Periodo
prehispánico: las altas culturas andinas
Es suficiente
observar los restos y conocimiento de las culturas antiguas podemos imaginarnos
cómo desarrollaron esas altas culturas de la meseta del altiplano andino.
Culturas tales como Wankarani, Chiripa, Tiwanacu, Mollo, Kolla e Inka entre las
más sobresalientes.
En lo que respecta
al territorio boliviano, existe un amplio panorama arqueológico que abarca
desde el sur con las culturas de Tiwanacu y Pucara, hasta el norte con las
culturas Moche y Chimu, en la costa norte del territorio peruano.
Wankarani:
Esta cultura se
desarrolló en el altiplano central, en los actuales departamentos de Oruro y La Paz entre 3.700 y 4000 mts. de
altura sobre el nivel del mar. También conocida con el nombre de Belén.
Se conocen
actualmente sitios arqueológicos representativos de esta cultura, compuestos
por aldeas reducidas, carentes de centros ceremoniales (no se distinguen
templos). Son aldeas con casas con cimientos de piedra y muros de barro donde
la sociedad es igualitaria y autosuficiente.
No existe en este
período una etapa siguiente de la evolución que es la especialización del
trabajo.
Es una sociedad
muy incipiente con una economía de pastoreo. Como muestra de ello son
características sus abundantes figuras en piedra que representan, cabezas de
auquénidos, llamas, guanacos, alpacas, etc.
Es considerada
una cultura fósil; es decir, que no llego a desarrollarse por las duras
condiciones de vida existentes propias de las elevadas alturas, en que se encontraba.
La cultura Wankarani conoció la fundición del cobre y el uso de la obsidiana
para la fabricación de puntas de flecha. Su cerámica es lisa.
Wankarani esta considerada como un sitio tipo; es decir, como un sitio único en
su genero. La fecha mas antigua se remonta al año 1.100 antes de nuestra era.
Chiripa.
Es otra cultura antigua de los andes. Sus restos podemos observarlos aún en la
península de Taraco, en las riberas del Lago Titicaca del departamento de La Paz.
El periodo
principal de esta cultura se sitúa entre los años 591 - 116 antes de nuestra
era y 31 después de nuestra era.
Según esta
cronología la cultura Chiripa en su fase más importante es contemporánea a la
época I de Tiwanacu.
En las ruinas se
encuentra un conjunto de casas o viviendas que se caracterizan por ser de
planta cuadrada y patio hundido, además de tener paredes dobles. Son
consideradas viviendas de gran calidad. Las cuales, según los arqueólogos,
servían de despensas o graneros para almacenar comida y aislarlas del frió.
Las puertas son
corredizas dando muestras de una cultura diferente y muy evolucionada.
En estas culturas
todavía los enterramientos se hacían en el subsuelo de las viviendas, siendo
enterramientos en forma de cajas de piedra.
Para este periodo ya existe una división del trabajo. Era una cultura de pesca
y agricultura.
La cerámica
Chiripa es de trazos sencillos y sin pintura. Las escasas piezas pintadas son
de color rojo o amarillo sobre rojo. La decoración es geométrica y con motivos
escalonados. A veces se adornan con figuras humanas y zoomorfas; con el cuerpo
de perfil.
Tiwanaku.
Aproximadamente
1000 años de antigüedad. Las fechas oscilan entre el año 1.000 antes de nuestra
era. Es el sitio arqueológico más importante del altiplano, ubicado hacia el
norte a pocos kilómetros del Lago Titicaca a una altura de 3.800 metros sobre el
nivel del mar.
Las primeras
referencias escritas que tenemos son aquellas dejadas por cronistas españoles,
quienes describieron pormenorizadamente el monumental conjunto. Posteriormente
viajeros del siglo XIX añadieron información gráfica y literaria sobre el
mismo.
Más tarde
arqueólogos extranjeros como Bennet, Posnansky y otros trabajaron en Tiwanaku.
Bennet cuya
clasificación es la más difundida divide a esta cultura en tres periodos fundamentales:
temprano, clásico y expansivo.
Por otro lado el
arqueólogo boliviano Carlos Ponce Sangines propone tres períodos denominados:
aldeano, urbano e imperial, además de cinco épocas diferenciadas a partir de
los estilos cerámicos.
Tiwanaku en su
periodo imperial se expande por toda América andina hasta la costa norte del
Perú, el norte de Chile, el norte Argentino y las estribaciones de la
cordillera del oriente boliviano. Esta expansión se la puede situar entre los
siglos IX y X de nuestra era. Esta se debe posiblemente a una conquista
militar, cultural o religiosa. Investigadores peruanos demostraron que cerca de
la ciudad de Ayacucho existe una forma de Tiwanaku denominada Wari. A partir de
esto se plantea la disyuntiva de si fue Tiwanaku la capital de la gran
expansión o si por el contrario lo fue Wari.
La cronología de
acuerdo con el radiocarbono, esta estimada así:
- fase "Aldeana” (primera y segunda época)
del siglo VI antes de nuestra era al III de nuestra era.
- fase "Urbana” (tercera. y cuarta épocas)
del siglo III al VIII
- fase “Imperial” (o quinta época) del siglo VIII
al año 1.200 de nuestra era.
De
la primera época no quedan restos arquitectónicos ni escultóricos; los restos
de la segunda época se limitan a cimientos de habitaciones de planta circular y
rectangular con paredes dobles.
En
la tercera época. Tiwanaku entra en su fase urbana siendo a partir de entonces
cuando se construyen grandes edificios. Dos grupos de ruinas relacionadas entre
si forman parte de una misma ciudad. El primer grupo está, constituido por la
pirámide de Akapana, el templo de Kalassasaya, el templo de Putuni y el
Templete Semisubterráneo. El segundo por los restos de la pirámide de Puma -
Punku.
En las estelas monolitos los rasgos del rostro son esquemáticos, los brazos
están pegados al torso y las manos sostienen en el pecho objetos conocidos como
“keros”. El cuerpo se decora con los mismos motivos de la Puerta del Sol, como ser
pumas, llamas, cabezas de serpientes, seres alados con cabezas antropomorfas y
otros con cabezas de seres no definidos. Las estelas mayores son "el
monolito Bennett" y “el monolito Fraile”, el primero
Del mismo estilo y época es la famosa Puerta del Sol máximo exponente de la
cultura Tiwanakota tallada en una sola pieza.
El idioma original de estos pueblos fue el Akaru y no así el Aymara. En la
época imperial de Tiwanacu se expande sobre las culturas de la sierra y costa
peruana donde se producen ejemplos de cerámica y textiles muy notables.
Este imperio hacia el año 1.200 colapsa por una serie de factores de tipo socio
económico y político de gran complejidad. Son algunos elementos determinantes
la ausencia de la rueda el hecho de que no montaban animales ha hecho todo a
pie. El imperio crece y el transporte de la producción es difícil por los
extensos límites de su territorio.
Por otra parte, son étnias diferenciadas que pugnan entre sí.
El colapso de Tiawanaku significa la resurrección de nuevos imperios, dándose
el colapso en la zona nuclear del lago e irradiándose posteriormente hacia el
resto de su territorio.
Wankani.
Esta situada en la antigua región de Pacajes entre los pueblos de Jesús de
Machaca y Caquiaviri. Es el Centro Principal de un grupo al que debemos unir
centros como Mochica, Chiripa, Escoma, Santiago de Huata y otros.
En sus manifestaciones artísticas poseen un mismo sistema estilístico de
decoración, combinados con motivos geométricos. Se conservan tumbas y varios
recintos que al parecer forman una plaza y un Kalasasaya. Existen también
varias estelas o monolitos siendo los principales Wila-Kala, el Rinchunikala,
el Tara-Kala.
Los Kolla.
A partir de la desintegración de Tiwanacu surgieron alrededor del lago Titicaca
una serie de reinos o de señoríos rivales entre si. El desarrollo de estas
culturas se sitúa entre el 1200 y la llegada de los españoles al que fueron
conquistados por los Inka mantuvieron su organización durante el imperio. Los
restos arqueológicos de Sella y Kanasa arrojan fechas que oscilan entre los
años de 1.400 y 1.600 después de nuestra era. La pervivencia dé esta cultura
fue desplazada de los centros principales primero por los Inka y luego por los
españoles.
Todos los reinos o señoríos son de habla aymará. Los Kolla Vivian al noroeste
del lago, los Lupacas estaban situados en la parte occidental del lago; el
norte estaba ocupado por los Omasuyos, los Pacajes vivían en torno al río
Desaguadero. Al Sur del lago cerca de Carangas, Además de los Charcas,
Yamparaes y Chichas están situados en territorio boliviano.
Las ciudades del altiplano en este periodo solo eran residencia de pequeños
grupos. Sin embargo parece ser que poco a poco consiguieron mayor poder pues
estos reinos se expandieron "sojuzgando a todos los pueblos del altiplano
como a los Charcas, Uros, Tapacari y Carangas.
El imperio de los Kolla llegaba por el norte hasta la "Raya" situada
en Vilcanota y por el sur hasta Chichas, el este y oeste se hallaban
delimitados por las dos cordilleras, o sea que comprendía los actuales
departamentos de La Paz,
Cochabamba, Puno, Arequipa y parte de Oruro.
Estos reinos vivieron en constante lucha con afanes hegemónicos. A comienzos
del siglo XV la guerra entre Kolla y Lupacas origino la ingerencia de los Inka
en el actual territorio boliviano.
Los caracteres esenciales de la llamada cultura
Kolla son las pucaras y las Chullpas. Las primeras son fortalezas de piedra
por lo general sin tallar levantadas sobre colinas naturales; las chullpas son
casas tumba de adobe o piedra tanto pulida como toscamente labrada que se
encuentra al sur del Perú y en el altiplano boliviano
En la construcción el rasgo más característico de esta cultura es el uso en
gran escala de la falsa bóveda por avance, procedimiento totalmente desconocido
por los Inka.
Entre los principales restos del periodo Kolla (en Bolivia.) está la pucara. de
Tiquina y Escoma si bien las pucaras son escasas las chullpas son numerosas y
extensas. En el camino La
Paz-Oruro se pueden apreciar varios ejemplos como el de
Calamarca, el que se encuentra entre Sicasica y Ayo Ayo y el de Caracollo. En
la provincia Carangas (Departamento de Oruro) hay gran cantidad de Chullpas,
que generalmente son de adobe, de base cuadrada y cubierta por bóvedas de
avance.
CALAMARCA Y AYO AYO
Todos los pueblos de la Provincia Aroma
participaron juntos en las diferentes históricas movilizaciones que marca la
historia del movimiento campesino, indígena originario de Bolivia. Actualmente,
los aymaras, desde Lahuachaca hasta Calamarca tienen el espíritu de cambio
dejado por Julián Apaza.
Recordar
que la historia de Ayo Ayo está impregnada por el rastro de líderes y
rebeliones aymaras. En siglos pasados, dejaron allí una huella imborrable:
Tupaj Katari, Bartolina Sisa y Zarate Willka.
No es casual que Julián Apaza, el Tupaj, haya nacido en el ayllu Sullkavi,
comunidad vecina de Collana y parte de Ayo Ayo, donde colgaron su mano derecha
después de que fuera descuartizado —en Peñas— por orden de Francisco Tadeo Diez
de Medina.
La sentencia de 1781 decía con precisión: “Ni
al rey ni al estado conviene, quede semilla, o raza de éste o de todo Tupaj
Amaru y Tupaj Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha
hecho en los naturales... Porque de lo contrario, quedaría un fermento perpetuo...”.
Siglos después, en este comienzo de siglo XXI, Ayo Ayo vuelve a ser el
escenario de la lucha aymara poniendo en evidencia la confrontación de dos
sistemas de vida política, económica y organizativa.
Ayo Ayo como parte fundamental de la provincia Aroma, fue cuna de la formación
de varios movimientos políticos, kataristas e indianistas. De ahí surgió, por
ejemplo, Genaro Flores Santos, nacido en la misma provincia, quien protagonizó
varias luchas hasta la conformación de la Confederación Sindical
Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).
En el inventario de los levantamientos insurreccionales, Ayo Ayo arrastra
también una tradición de ocupación de haciendas desde la post Guerra del Chaco
(años 30), proceso que fue acompañado con la formación de sindicatos comunales
siguiendo el modelo de organización obrera de aquel tiempo.