sábado, 28 de septiembre de 2013

El legado y el nombre de Calamarca significa algo profundo.


Periodo prehispánico: las altas culturas andinas

Es suficiente observar los restos y conocimiento de las culturas antiguas podemos imaginarnos cómo desarrollaron esas altas culturas de la meseta del altiplano andino. Culturas tales como Wankarani, Chiripa, Tiwanacu, Mollo, Kolla e Inka entre las más sobresalientes.
En lo que respecta al territorio boliviano, existe un amplio panorama arqueológico que abarca desde el sur con las culturas de Tiwanacu y Pucara, hasta el norte con las culturas Moche y Chimu, en la costa norte del territorio peruano.

Wankarani:

Esta cultura se desarrolló en el altiplano central, en los actuales departamentos de Oruro y La Paz entre 3.700 y 4000 mts. de altura sobre el nivel del mar. También conocida con el nombre de Belén.

Se conocen actualmente sitios arqueológicos representativos de esta cultura, compuestos por aldeas reducidas, carentes de centros ceremoniales (no se distinguen templos). Son aldeas con casas con cimientos de piedra y muros de barro donde la sociedad es igualitaria y autosuficiente.

No existe en este período una etapa siguiente de la evolución que es la especialización del trabajo.

Es una sociedad muy incipiente con una economía de pastoreo. Como muestra de ello son características sus abundantes figuras en piedra que representan, cabezas de auquénidos, llamas, guanacos, alpacas, etc.

Es considerada una cultura fósil; es decir, que no llego a desarrollarse por las duras condiciones de vida existentes propias de las elevadas alturas, en que se encontraba. La cultura Wankarani conoció la fundición del cobre y el uso de la obsidiana para la fabricación de puntas de flecha. Su cerámica es lisa.
 
Wankarani esta considerada como un sitio tipo; es decir, como un sitio único en su genero. La fecha mas antigua se remonta al año 1.100 antes de nuestra era.

Chiripa.
 
Es otra cultura antigua de los andes. Sus restos podemos observarlos aún en la península de Taraco, en las riberas del Lago Titicaca del departamento de La Paz.

El periodo principal de esta cultura se sitúa entre los años 591 - 116 antes de nuestra era y 31 después de nuestra era.

Según esta cronología la cultura Chiripa en su fase más importante es contemporánea a la época I de Tiwanacu.

En las ruinas se encuentra un conjunto de casas o viviendas que se caracterizan por ser de planta cuadrada y patio hundido, además de tener paredes dobles. Son consideradas viviendas de gran calidad. Las cuales, según los arqueólogos, servían de despensas o graneros para almacenar comida y aislarlas del frió.

Las puertas son corredizas dando muestras de una cultura diferente y muy evolucionada.
En estas culturas todavía los enterramientos se hacían en el subsuelo de las viviendas, siendo enterramientos en forma de cajas de piedra.
 
Para este periodo ya existe una división del trabajo. Era una cultura de pesca y agricultura.
La cerámica Chiripa es de trazos sencillos y sin pintura. Las escasas piezas pintadas son de color rojo o amarillo sobre rojo. La decoración es geométrica y con motivos escalonados. A veces se adornan con figuras humanas y zoomorfas; con el cuerpo de perfil.

Tiwanaku.

Aproximadamente 1000 años de antigüedad. Las fechas oscilan entre el año 1.000 antes de nuestra era. Es el sitio arqueológico más importante del altiplano, ubicado hacia el norte a pocos kilómetros del Lago Titicaca a una altura de 3.800 metros sobre el nivel del mar.

Las primeras referencias escritas que tenemos son aquellas dejadas por cronistas españoles, quienes describieron pormenorizadamente el monumental conjunto. Posteriormente viajeros del siglo XIX añadieron información gráfica y literaria sobre el mismo.

Más tarde arqueólogos extranjeros como Bennet, Posnansky y otros trabajaron en Tiwanaku.
Bennet cuya clasificación es la más difundida divide a esta cultura en tres periodos fundamentales: temprano, clásico y expansivo.

Por otro lado el arqueólogo boliviano Carlos Ponce Sangines propone tres períodos denominados: aldeano, urbano e imperial, además de cinco épocas diferenciadas a partir de los estilos cerámicos.

Tiwanaku en su periodo imperial se expande por toda América andina hasta la costa norte del Perú, el norte de Chile, el norte Argentino y las estribaciones de la cordillera del oriente boliviano. Esta expansión se la puede situar entre los siglos IX y X de nuestra era. Esta se debe posiblemente a una conquista militar, cultural o religiosa. Investigadores peruanos demostraron que cerca de la ciudad de Ayacucho existe una forma de Tiwanaku denominada Wari. A partir de esto se plantea la disyuntiva de si fue Tiwanaku la capital de la gran expansión o si por el contrario lo fue Wari.

La cronología de acuerdo con el radiocarbono, esta estimada así:
  • fase "Aldeana” (primera y segunda época) del siglo VI antes de nuestra era al III de nuestra era.
  • fase "Urbana” (tercera. y cuarta épocas) del siglo III al VIII
  • fase “Imperial” (o quinta época) del siglo VIII al año 1.200 de nuestra era.
De la primera época no quedan restos arquitectónicos ni escultóricos; los restos de la segunda época se limitan a cimientos de habitaciones de planta circular y rectangular con paredes dobles.

En la tercera época. Tiwanaku entra en su fase urbana siendo a partir de entonces cuando se construyen grandes edificios. Dos grupos de ruinas relacionadas entre si forman parte de una misma ciudad. El primer grupo está, constituido por la pirámide de Akapana, el templo de Kalassasaya, el templo de Putuni y el Templete Semisubterráneo. El segundo por los restos de la pirámide de Puma - Punku.

En las estelas monolitos los rasgos del rostro son esquemáticos, los brazos están pegados al torso y las manos sostienen en el pecho objetos conocidos como “keros”. El cuerpo se decora con los mismos motivos de la Puerta del Sol, como ser pumas, llamas, cabezas de serpientes, seres alados con cabezas antropomorfas y otros con cabezas de seres no definidos. Las estelas mayores son "el monolito Bennett" y “el monolito Fraile”, el primero
 
Del mismo estilo y época es la famosa Puerta del Sol máximo exponente de la cultura Tiwanakota tallada en una sola pieza.

El idioma original de estos pueblos fue el Akaru y no así el Aymara. En la época imperial de Tiwanacu se expande sobre las culturas de la sierra y costa peruana donde se producen ejemplos de cerámica y textiles muy notables.
 
Este imperio hacia el año 1.200 colapsa por una serie de factores de tipo socio económico y político de gran complejidad. Son algunos elementos determinantes la ausencia de la rueda el hecho de que no montaban animales ha hecho todo a pie. El imperio crece y el transporte de la producción es difícil por los extensos límites de su territorio.

Por otra parte, son étnias diferenciadas que pugnan entre sí.
 
El colapso de Tiawanaku significa la resurrección de nuevos imperios, dándose el colapso en la zona nuclear del lago e irradiándose posteriormente hacia el resto de su territorio.

Wankani.

Esta situada en la antigua región de Pacajes entre los pueblos de Jesús de Machaca y Caquiaviri. Es el Centro Principal de un grupo al que debemos unir centros como Mochica, Chiripa, Escoma, Santiago de Huata y otros.
 
En sus manifestaciones artísticas poseen un mismo sistema estilístico de decoración, combinados con motivos geométricos. Se conservan tumbas y varios recintos que al parecer forman una plaza y un Kalasasaya. Existen también varias estelas o monolitos siendo los principales Wila-Kala, el Rinchunikala, el Tara-Kala.

Los Kolla.

A partir de la desintegración de Tiwanacu surgieron alrededor del lago Titicaca una serie de reinos o de señoríos rivales entre si. El desarrollo de estas culturas se sitúa entre el 1200 y la llegada de los españoles al que fueron conquistados por los Inka mantuvieron su organización durante el imperio. Los restos arqueológicos de Sella y Kanasa arrojan fechas que oscilan entre los años de 1.400 y 1.600 después de nuestra era. La pervivencia dé esta cultura fue desplazada de los centros principales primero por los Inka y luego por los españoles.

Todos los reinos o señoríos son de habla aymará. Los Kolla Vivian al noroeste del lago, los Lupacas estaban situados en la parte occidental del lago; el norte estaba ocupado por los Omasuyos, los Pacajes vivían en torno al río Desaguadero. Al Sur del lago cerca de Carangas, Además de los Charcas, Yamparaes y Chichas están situados en territorio boliviano.

Las ciudades del altiplano en este periodo solo eran residencia de pequeños grupos. Sin embargo parece ser que poco a poco consiguieron mayor poder pues estos reinos se expandieron "sojuzgando a todos los pueblos del altiplano como a los Charcas, Uros, Tapacari y Carangas.

El imperio de los Kolla llegaba por el norte hasta la "Raya" situada en Vilcanota y por el sur hasta Chichas, el este y oeste se hallaban delimitados por las dos cordilleras, o sea que comprendía los actuales departamentos de La Paz, Cochabamba, Puno, Arequipa y parte de Oruro.

Estos reinos vivieron en constante lucha con afanes hegemónicos. A comienzos del siglo XV la guerra entre Kolla y Lupacas origino la ingerencia de los Inka en el actual territorio boliviano.

Los caracteres esenciales de la llamada cultura Kolla son las pucaras y las Chullpas. Las primeras son fortalezas de piedra por lo general sin tallar levantadas sobre colinas naturales; las chullpas son casas tumba de adobe o piedra tanto pulida como toscamente labrada que se encuentra al sur del Perú y en el altiplano boliviano

En la construcción el rasgo más característico de esta cultura es el uso en gran escala de la falsa bóveda por avance, procedimiento totalmente desconocido por los Inka.

Entre los principales restos del periodo Kolla (en Bolivia.) está la pucara. de Tiquina y Escoma si bien las pucaras son escasas las chullpas son numerosas y extensas. En el camino La Paz-Oruro se pueden apreciar varios ejemplos como el de Calamarca, el que se encuentra entre Sicasica y Ayo Ayo y el de Caracollo. En la provincia Carangas (Departamento de Oruro) hay gran cantidad de Chullpas, que generalmente son de adobe, de base cuadrada y cubierta por bóvedas de avance.

CALAMARCA Y AYO AYO

Todos los pueblos de la Provincia Aroma participaron juntos en las diferentes históricas movilizaciones que marca la historia del movimiento campesino, indígena originario de Bolivia. Actualmente, los aymaras, desde Lahuachaca hasta Calamarca tienen el espíritu de cambio dejado por Julián Apaza.

Recordar que la historia de Ayo Ayo está impregnada por el rastro de líderes y rebeliones aymaras. En siglos pasados, dejaron allí una huella imborrable: Tupaj Katari, Bartolina Sisa y Zarate Willka.

No es casual que Julián Apaza, el Tupaj, haya nacido en el ayllu Sullkavi, comunidad vecina de Collana y parte de Ayo Ayo, donde colgaron su mano derecha después de que fuera descuartizado —en Peñas— por orden de Francisco Tadeo Diez de Medina.

La sentencia de 1781 decía con precisión: “Ni al rey ni al estado conviene, quede semilla, o raza de éste o de todo Tupaj Amaru y Tupaj Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en los naturales... Porque de lo contrario, quedaría un fermento perpetuo...”.

Siglos después, en este comienzo de siglo XXI, Ayo Ayo vuelve a ser el escenario de la lucha aymara poniendo en evidencia la confrontación de dos sistemas de vida política, económica y organizativa.

Ayo Ayo como parte fundamental de la provincia Aroma, fue cuna de la formación de varios movimientos políticos, kataristas e indianistas. De ahí surgió, por ejemplo, Genaro Flores Santos, nacido en la misma provincia, quien protagonizó varias luchas hasta la conformación de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).

En el inventario de los levantamientos insurreccionales, Ayo Ayo arrastra también una tradición de ocupación de haciendas desde la post Guerra del Chaco (años 30), proceso que fue acompañado con la formación de sindicatos comunales siguiendo el modelo de organización obrera de aquel tiempo.

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